El evento “Estocolmo +50” puso en el punto de mira mundial los proyectos tendentes a mejorar la salud de nuestros océanos y la sostenibilidad. La tecnología que está detrás de muchas de estas ideas era el Blockchain que, aunque suele asociarse a las monedas virtuales, su utilización puede ir mucho más allá. Pero, ¿cómo utilizar el Blockchain para proteger nuestros océanos? Desde la web de Pulzo comparten varias ideas:
Reducir la acidez del agua
Desde el siglo XIX y motivado por la revolución industrial, los océanos han aumentado un 30% de acidez. Mediante el uso de Blockchain, los científicos están creando plantas flotantes, que funcionan con el sol y que puede extraer el CO2 de las aguas, que es lo que las hace más ácidas.
Esta condición repercute en la supervivencia de muchos animales marinos, ya que reduce la cantidad de iones de carbonato en el agua, que sirve para formar conchas y esqueletos de diferentes animales y aumenta la sostenibilidad.
Más reciclaje
Todos sabemos que el plástico se ha convertido en un gran problema medioambiental. Especialmente duro es para el océano y los animales que vivien en él. El proyecto Diatom DAO, aborda esta problemática, utilizando las capacidades de las finanzas descentralizadas para usarlo como mecanismo de inversión en este tipo de trabajos medioambientales. Con esto, los usuarios intercambian directamente servicios y activos financieros.
OceanDrop
Se trata de un proyecto de token no fungibles de la ONG, Open Earth Foundation. Los ingresos de las ventas de NFT apoyan este trabajo para expandir las áreas marinas protegidas de la Isla del Coco y Costa Rica.
Trazabilidad
El blockchain se está usando para mejorar la trazabilidad de los peces, permitiendo reconstruir el recorrido de los mismos, a través de las etapas de producción, procesado y distribución. Esto sirve para detectar prácticas de pesca insostenibles e ilegales. Así funciona Fishcoin, que incentiva a las partes a compartir los datos, desde la cosechas hasta su consumo.