Por norma general, al hablar de criptoactivos se piensa siempre en criptomonedas y en NFT como bienes de inversión o, en el caso de parte de estos últimos, como «objetos» de colección. Y es lógico, claro, pues al final prácticamente todo el foco informativo, al hablar de los criptoactivos, se ha centrado en ambas actividades. Sin embargo, y como nos va demostrando el paso del tiempo, la polivalencia de las cadenas de bloques y de los elementos relacionados con las mismas da lugar a que, cada cierto tiempo, surjan nuevos e interesantes usos.
Uno de los ejemplos más claros de ello son los juegos NFT. Una propuesta que nació en 2016 y que, pese a sus ya seis años de recorrido, todavía puede crecer mucho más, y no solo en lo referido a nuevos títulos, sino a la implantación de las posibilidades que proporcionan las cadenas de bloques en un mundo tan rico en activos digitales como el de los juegos. Y es que solo tenemos que pararnos un momento a pensarlo, y nos daremos cuenta de la enorme cantidad de elementos de los mismos que podrían gestionarse como NFT.
Por empezar a sentar las bases sobre el modelo en el que se basa este nuevo paradigma, podemos partir de la premisa de que los juegos basados en blockchain son todos aquellos en los que se puede acreditar la propiedad de los activos digitales que contienen. Que dicha propiedad sea acreditable abre un enorme conjunto de posibilidades, que van desde la autenticación de la propiedad de los mismos en eventos de competición, concursos, etcétera, hasta la creación de un mercado secundario que puede ser muy prolífico.
La modalidad de juegos NFT que más notoriedad ha logrado durante los últimos años es aquella en la que los jugadores obtenían ingresos, en criptomoneda, simplemente por jugar. El máximo exponente ha sido, claro, Axie Infinity, uno de los precursores del modelo play to earn (P2E), que se establece como el gran antagonista de un mal que azota a la industria del videojuego desde hace ya algunos años, el modelo pay to win (P2W). Solo por esta acusada diferencia, el planteamiento ya merece ser más que considerado.
Axie Infinity, no obstante, ha experimentado varios problemas en los últimos tiempos. El principal tuvo que ver con un problema de seguridad en su infraestructura, que contaba con un número de validadores incomprensiblemente bajo. A consecuencia de ello, unos atacantes lograron comprometer el número suficiente de los mismos para tomar el control de su cadena de bloques, circunstancia que aprovecharon para realizar un robo de monedas estables de Ethereum y USDC valoradas en más de 600 millones de dólares.
Adicionalmente, de manera más reciente se ha sabido que su creador, Trung Nguyen, hizo una transferencia de alrededor de 3 millones de Axies a Binance antes de que se produjera el robo. Y de manera más reciente, hace solo unas pocas semanas, Axie Infinity ha eliminado las recompensas de SLP del juego clásico. ¿Con que fin? Con el de hacer que los jugadores vayan abandonando del modo play to earn para adopten el nuevo modo, en el que ya no se recompensa a los usuarios por jugar.
¿Es esto una mala señal para los juegos NFT? No, en absoluto. En el caso de Axie Infinity se conjugan una mala gestión de la seguridad, un modelo de negocio incorrecto, una gestión francamente mejorable y, para su desgracia, el criptoinvierno, que apunta a ser, paradójicamente, lo mejor que le podía ocurrir al mundo de los criptoactivos, de cara a una posterior estabilización y consolidación, una vez que se hayan corregido los excesos que arrastraba.
Metaverso y juegos NFT
Los juegos NFT y, más aún, la posibilidad de ganar dinero jugando con los mismos, es una posibilidad muy real y que entronca con la cara más lúdica del Metaverso. Y es que la posibilidad de convertir los activos digitales de los juegos en NFT abre las puertas a un mercado secundario, que es precisamente una de las demandas más extendidas entre muchos jugadores, que actualmente no pueden comerciar con sus activos o, en algunos casos, se exponen a perder sus cuentas si lo hacen, ya que está prohibido por sus desarrolladoras.
Ya sea obteniendo objetos de todo tipo, mejorándolos o simplemente evolucionando personajes, en un mercado secundario basado en los NFT tenemos la posibilidad de transformar el tiempo que hemos dedicado a dichos fines en un ingreso económico comerciando con las mismas. Las habilidades en el juego y el conocimiento del mercado alrededor del mismo, puede dar pie a una economía en la que todos salen ganando al jugar. Unos porque rentabilizan sus habilidades, y otros porque pueden obtener los ítems que desean de una manera rápida, sencilla y totalmente segura.
