Las brechas de seguridad están la orden del día y los ataques con ransomware se han convertido en una epidemia de la que actualmente, nadie puede decir que se encuentre completamente a salvo. Tal vez por eso y también porque es de los pocos organismos que puede hacer algo así, la NASA está investigando las posibilidades de utilizar la Luna como ubicación estratégica en la que almacenar datos.
Tal y como aseguran en un reportaje de la BBC, a lo largo del próximo año la agencia espacial estadounidense, y como parte de la nueva misión Artemis, enviará un conjunto de datos a la Luna en lo que será un experimento piloto, que tendrá como objeto determinar la posibilidad de que el satélite se convierta en un espacio seguro para poner en marcha lo que ya se ha bautizado como «lunar-based-backup-storage».
Para asegurar el éxito de esta misión, la agencia se ha asociado con Lonestar, un startup cuyo objetivo es explorar las capacidades de computación que se pueden desarrollar en el espacio, y con la Isla de Man (dependencia autónoma de la Corona británica en el mar de Irlanda). Para garantizar la seguridad de los datos que se enviarán al espacio exterior, todos los archivos se registrarán en su propia Blockchain, de modo que se pueda demostrar su autenticidad y que no han sido manipulados en ningún momento.
Está previsto que la misión de prueba despegue en febrero de 2024. Tras el aterrizaje del archivos de datos, que viajará en el interior de un cubo especial, la siguiente fase será firmar digitalmente los mismos en el CPD de Lonestar para demostrar así su procedencia de la Luna. A continuación, se transmitirán de nuevo a la Tierra, donde se incorporarán a una cadena de bloques para demostrar que los datos han sido verificados. Puedes leer aquí la noticia completa.