Hablar de Tag Heuer trae a nuestra mente imágenes de relojes que combinan lo mejor de la ingeniería suiza con unos diseños que no dejan indiferente. Diseños actuales, sin duda, pero basados en una ingeniería que ha distinguido a Suiza desde hace ya muchos años. Sin embargo, esto no debe hacernos pensar que la marca concentra todas sus propuestas en dicha centenaria tecnología. Muy al contrario, podemos ver múltiples ejemplo de innovación en su catalogo.
El último y más claro ejemplo de ello lo encontramos en su reloj en su reloj TAG Heuer Connected Calibre E4, un dispositivo que tiende un puente entre lo más reputado de la tradicional relojera suiza con el nuevo paradigma de la Web3, al permitir a sus usuarios mostrar obras de arte NFT (Non-Fungible Token) en su reloj, para lo cual tendrá que conectar su cripto wallet, con el fin de garantizar tanto la autenticidad como la propiedad de dichos activos digitales.
El TAG Heuer Connected Calibre E4 es, como ya habrás deducido, un smartwatch que, por lo tanto, cuenta con todas las funciones que podemos esperar en este tipo de dispositivos: conectividad, cuantificación, posibilidad de instalar apps y, por supuesto, múltiples ajustes de personalización, que nos permitirán modificar el contenido de la pantalla para ajustarlo a las necesidades de cada momento, ya sea el uso estándar de un reloj, cuantificación de actividades deportivas, etcétera.
En lo referido a su diseño, sin embargo, no debemos esperar un smartwatch como los que estamos acostumbrados a ver. Hablamos de una marca con unos diseños de excepción y, con el TAG Heuer Connected Calibre E4 han sabido volcar toda su experiencia de décadas en el diseño de relojes analógicos, a la que han sumado el bagaje acumulado tras varias generaciones de relojes inteligentes, proporcionando de este modo un reloj que, por aspecto, poco o nada tiene que envidiar a los modelos analógicos de la marca.
Para el tamaño de la esfera, Tag Heuer ha optado por dos medidas, 42 y 45 milímetros, construidas con diferentes materiales. En el modelo de 42 milímetros la opción será el acero, mientras que con el de 45 podremos optar por acero o por titanio, y en las dos medidas con opciones de correa y de armis. Lo único que sí que lo identifica claramente como un smartwatch son los sensores que se ubican en la parte posterior del cuerpo del reloj, por lo demás puede pasar perfectamente por un modelo analógico.
La inclusión de los NFT del usuario en la pantalla del reloj es un muy interesante apoyo a esta tecnología, pero no el único paso de Tag Heuer en lo referido a Web3, pues debemos recordar que la relojera ya acepta pagos en criptomoneda desde hace algún tiempo. Una muestra más, igual que el TAG Heuer Connected Calibre E4, de que lo mejor de la tradición y la más avanzada de las tecnologías no solo pueden ir de la mano, sino de que además el resultado de ello puede ser excepcional.