En un esfuerzo conjunto por impulsar la eficiencia energética en las comunidades solares que abrazan el autoconsumo energético, Factorenergia se une a la startup Blockchain Digital Energy. Juntos, lanzan una iniciativa sin precedentes a nivel mundial, diseñada para registrar en tiempo real y con precisión el rendimiento de instalaciones de autoconsumo fotovoltaico colectivo, abarcando desde edificios hasta parques industriales.
Esta alianza marca un hito al introducir por primera vez la digitalización de la energía mediante la tecnología blockchain. A través de un dispositivo integrado con la aplicación de Factorenergia y las instalaciones de autoconsumo, se proporciona información detallada a cada participante del proyecto. Esta tecnología permite visualizar de manera transparente el saldo neto de energía importada/exportada a la red en intervalos horarios, generando informes inmutables gracias al uso de la tecnología blockchain.
El desarrollo, concebido y promovido desde Barcelona, ha sido posible gracias a un equipo multidisciplinario de ingenieros, matemáticos y programadores. Su objetivo es ofrecer una solución única que fomente la confianza y transparencia en el mercado del autoconsumo colectivo.
«Es un hito digitalizar la energía mediante la tecnología blockchain. Nuestros estudios indican que aquellos clientes que tienen acceso en tiempo real a los datos energéticos de sus instalaciones maximizan los ahorros en sus facturas de luz al optimizar el consumo de la energía producida», afirma Emili Rousaud, CEO de Factorenergia.
Por su parte, Henry Daunert, CEO de Blockchain Digital Energy, agrega: «Con este dispositivo, los usuarios pueden tomar decisiones informadas sobre su consumo de energía, lo que les otorga una mayor gobernanza y confianza en sus datos».
Consolidando un modelo sostenible y participativo
La transición energética hacia fuentes renovables es imparable y afecta tanto a la industria como al mercado doméstico. La solución propuesta por Factorenergia y Blockchain Digital Energy busca consolidar un modelo de consumo más sostenible y participativo, donde el consumidor pasa a ser un agente activo (Prosumer). Esto se logra mediante la monitorización de los balances energéticos, la optimización de los usos de la energía y la emisión de recibos certificados cada vez que un usuario exporta energía a la red.
La tecnología implementada es compatible con cualquier modalidad de autoconsumo y tipo de acuerdo de distribución, con el único requisito de que los participantes estén dentro de un radio de 2 kilómetros.
Hasta la fecha, esta solución ha sido implementada con éxito en varias comunidades solares en la provincia de Barcelona, abarcando distintos sectores como residencial, edificios públicos e industriales. Entre los proyectos destacados se incluyen una urbanización residencial en Esplugues de Llobregat, edificios públicos en Rubí y un proyecto industrial en Cornellà del Llobregat.
