En el mundo hay más de 285 millones personas con algún tipo de discapacidad visual. Y para estas personas hay ciertas acciones simples, como disfrutar de un monumento o entender qué está pasando un taxi, que se pueden complicar. Para ellos, la integración de la IA de Chat GPT-4 es otras herramientas es un aliado.
El ejemplo práctico lo vemos en Be my eyes. Esta startup danesa que comenzó su andadura en 2012 creando una herramienta para, a través de videoconferencia, ayudar a personas con discapacidad visual, va un paso más allá. Gracias a la integración de Chat GPT-4, los usuarios pueden interactuar con la Inteligencia Artificial consiguiendo resolver sus dudas visuales de manera más rápida con este asistente virtual.
El objetivo es que con la IA, las personas usuarias puedan entender el contexto en el que están o mejoren su experiencia con la asistencia de una tecnología que le ayuda en la interpretación. La integración, aún en fase de pruebas, funciona cómo podemos ver el en siguiente vídeo:
Y es que la web3 en la que nos estamos sumergiendo supone un avance en inclusividad y accesibilidad para todo tipo de personas. Be my eyes es tan solo un ejemplo de cómo la combinación de IA con inteligencia humana permite generar herramientas que hagan este mundo un poco más sencillo.