El deporte y metaverso puede parecer dos mundo muy lejano y que poco tienen que ver entre sí, pero nada más lejos de la realidad. Cada día interactúan más y están creando relaciones de simbiosis que hace funcionar un buen negocio por detrás.
Aunque los partidos de fútbol, baloncesto o cualquier otro deporte se viven en los estadios, son muchos los seguidores que los disfrutan por otros medios. Sin embargo, estos canales tradicionales se van quedando cortos con los nuevos hábitos de los consumidores. Lo explica Ferran Lalueza, profesor de los Estudios de Comunicación de la UOC,
“El público más joven ya no ve un partido de fútbol entero sin mirar el móvil, hay que tirar de mecanismos para seguir enganchando a la gente”.
El metaverso responde precisamente a esa demanda de nuevas experiencias y busca continuar ofreciendo entretenimiento de una manera diferente.
Pese a que es imposible poner todavía cifras a este negocio, es evidente que hay mucho interés por parte del sector del deporte. Empresas como Adidas ya ha presentado su colección de wearables digitales. Por su parte, Nike ha lanzado su plataforma .SWOOSH y grandes jugadores se han involucrado en terrenos colindantes como los NFTs, en el caso de Cristiano Ronaldo con Binance.
Experiencias internacionales
Durante el mundial de Qatar ya finalizado, la FIFA presentó varias experiencias para expandirse hacia los juegos y mundos virtuales.
La primera experiencia es FIFA World, un entorno virtual tematizado dentro de la plataforma de juegos en línea Roblox que ofrece a los usuarios recompensas y artículos virtuales coleccionables. La organización incluyó en la experiencia al avatar del futbolista español del FC Barcelona, Pedri, y a la mediocampista de Alemania y Vfl Wolfsburg, Lena Oberdorf.
Otra de las propuestas de la FIFA vino de la mano de Upland. La comunidad con más de 4 millones de usuarios ofrecía una experiencia en el metaverso para adquirir, recopilar y comercializar estos activos digitales. Así, se creaba un avatar para viajar hastsa la réplica del estadio de Lusail en Doha.
Fuera de este Mundial, otras empresas como Sorare buscan su espacio con un juego fantasy de deportes global basado en blockchain y en el que el usuario puede jugar con cartas digitales (NFT) con licencia oficial.
La compañía está financiada por un equipo de clase mundial que incluye a Benchmark, Accel, Softbank y los futbolistas Messi, Gerard Piqué, Antoine Griezmann o Serena Williams, entre otros.
Y un poco más cerca, startups y proyectos españoles
Pero la innovación en el deporte y metaverso no solo se vive fuera de nuestras fronteras. En España vamos concibiendo ejemplos que se convierten en referencias a tener en cuenta.
Por ejemplo, Yerba Buena VR (YBVR) es una startup española que ha entrado de lleno en el mundo del deporte y metaverso. Con su tecnología patentada, lleva a los fanáticos a la primera fila de sus eventos favoritos sin moverse de casa. YBVR fue escogida por Meta para construir la casa de los deportes en el Metaverso, Xtadium.
Sentarse en primera fila de la final de la Euroliga de Baloncesto en Belgrado y segundos después, estar en una esquina del octágono en UFC en Las Vegas o en un evento de NASCAR en Miami, es posible gracias a su app de realidad virtual, que transporta a los aficionados del deporte a ubicaciones exclusivas en estadios, pistas y más.
Metaverso sí, pero con precaución
El deporte y metaverso abre un abanico de posibilidades que, también, tienen sus riesgos. Ferran Lalueza, reflexiona sobre ello y considera que habrá que crear unos límites o normas de convivencia, especialmente, para frenar los comportamientos incívicos de los hooligans. “Es un mundo que tienen antecedentes conflictivos, los aficionados lo viven con mucha pasión y la mayoría de veces este sentimiento se desborda en vías poco pacíficas”, explica.
Y si estas situaciones ya se producen en los bares o en los estadios de futbol, “en el metaverso mucho más”, incide Lalueza. A su juicio, los hooligans tendrán mucha más libertad en sus actuaciones, ya que al final cada uno se conectará desde su casa con la cual cosa “no habrá ningún control más del que tú tengas en ese momento”, asevera.
Por otro lado, Laluerza considera que el sector del deporte tendrá que “redefinir el modelo de negocio para buscar un equilibrio entre los beneficios del deporte real y del virtual” y asegura que, quizás, se tardará una década a ver donde se puede generar negocio.
