En lo que sin duda es un movimiento inesperado teniendo en cuenta sus declaraciones previas al respecto, Donald Trump ha anunciado que, si es elegido presidente, establecerá una reserva estratégica de Bitcoin en Estados Unidos, por lo que ha pedido a sus seguidores que, de momento,no vendan sus criptomonedas.
Tal y como han explicado fuentes del Partido Republicano, la propuesta busca por un lado consolidar la posición de Estados Unidos en este terreno, pero también ofrecer más protección ante posibles futuros crisis económicas. La senadora estadounidense por el estado de Wyoming, Cynthia Lummis, ha detallado que la idea es que Estados Unidos adquiera el 5% del suministro mundial de bitcoin (un millón de BTC) y lo conserve durante al menos 20 años con el objetivo de reducir la deuda nacional.
Según consta en el borrador de la ley, el program no adquirirá más de 200.000 bitcoins al año durante un periodo de cinco años, hasta un millón de bitcoins. Los estados también pueden participar voluntariamente en el almacenamiento de bitcoin como parte de la reserva, y deberían que cumplir ciertos requisitos, incluidos los protocolos de seguridad.
Teniendo en cuenta la cotización actual del bitcoin, la compra representaría un desembolso de más de 68.000 millones de dólares. Recientemente, Lummis publicó un informe en el que se posicionaba en contra del impuesto especial del 30% propuesto por la Administración del presidente Joe Biden sobre la energía consumida por el minado de activos digitales, al tiempo que destacaba los beneficios de la infraestructura minera crítica para la red energética estadounidense, lo cual es difícil de defender teniendo en cuenta que es una de las más obsoletas de las que se encuentran en los países avanzados.
Al mismo tiempo, Trump advirtió que una nueva victoria del Partido Demócrata sería un desastre para las criptomonedas, llegando a asegurar que «si ganan las elecciones, todos vosotros (los inversores en criptos) desapareceréis». Con todo, numerosos analistas señalan que Kamala Harris podría tener una visión mucho más proclive con los activos digitales que su predecesor.