Desde que Mark Zuckerberg anunció la transformación de Facebook en Meta en 2021, el concepto del metaverso ha sido una fuente constante de especulación en el mundo del marketing. Sin embargo, un nuevo estudio realizado por las doctoras Méndez Aparicio, Izquierdo Yusta y Jiménez Zarco, investigadoras del grupo i2TIC de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), revela que a pesar del inmenso potencial del metaverso, su modelo aún no está completamente definido.
El metaverso se vislumbra como una realidad alternativa en la que los usuarios, a través de avatares, exploran un mundo virtual y gamificado. Sin embargo, actualmente existen varios metaversos no interconectados entre sí, y la tecnología para acceder a ellos no está plenamente democratizada, lo que dificulta la definición de su modelo.
Según Jiménez Zarco, profesora de la UOC, «Hoy en día tenemos muchos metaversos no conectados entre ellos. Cada empresa hace una apuesta diferente, no están interconectados y no sabemos qué modelo prosperará. Es un concepto todavía por construir». Esto plantea un desafío significativo para las empresas que buscan integrar prácticas de marketing que combinen lo presencial y lo digital.
De hecho, los desafíos son tales que los analistas apuntan a que esta tecnología seguirá en alza, pero a un ritmo mucho menor del esperado. Y ese crecimiento solo será posible siempre y cuando se encuentre el modelo de rentabilidad económica suficiente como para seguir apostando por el mundo virtual.
El reto de transformar el metaverso en negocio
A pesar de estas incertidumbres, el metaverso se presenta como una realidad perdurable y transformadora. Méndez Aparicio señala que «el metaverso resucita la experiencia de flujo de las primeras webs desde el reto que nos supone la tecnología. Esta capacidad de penetración de los mensajes desde la ludificación se convierte en una excelente oportunidad publicitaria para las marcas».
El metaverso ya está siendo utilizado por algunas empresas para simular pruebas de concepto y resistencia de productos, mejorar la seguridad en entornos extremos e incluso en el ámbito de la salud. Sin embargo, el camino hacia la convergencia de empresas y consumidores en el metaverso sigue siendo incierto.
El metaverso también plantea preguntas sobre métricas de marketing tradicionales, conceptos de patrocinio y cuestiones éticas. Dada la novedad del fenómeno, se necesita una investigación más profunda y multidisciplinaria que abarque áreas como el derecho, la economía, la salud y la tecnología.
En resumen, el metaverso promete ser una revolución en el mundo del marketing, pero su modelo y su pleno potencial aún están por definirse. A medida que este fenómeno evoluciona, las empresas y los investigadores deberán adaptarse para aprovechar al máximo esta nueva realidad digital.