El mundo virtual que presenta el metaverso aspira a alcanzar los 5 billones (millones de millones) de dólares en 2030. Al menos es la previsión a la que ha llegado un informe de la consultora McKinsey.
El estudio pone de relieve el potencial que tiene el metaverso y cómo las empresas podrán aprovechar las ventajas y oportunidades que presenta este mercado. De confirmarse esa cifra, equivaldría a la tercera economía más grande del mundo, Japón.
Para 2030, la consultora augura que los consumidores pasen unas 6 horas al día dentro del metaverso. Un tiempo que destinarán a comprar, formarse o dedicarse a los videojuegos. Con ello, el comercio electrónico alcanzaría entre 2 y 2,6 billones de dólares, la educación generaría 270.000 millones de dólares y el área de entretenimiento impactaría con hasta 125.000 millones de dólares.
El impacto en el comercio electrónico será, para la firma analista, la parte más importante del negocio del metaverso. Tanto es así que el 80% de los consumidores tendrían en 2030 alguna relación con este mundo virtual a la hora de realizar sus compras.
El metaverso tiene muchos retos por delante
Sin embargo, para alcanzar estas optimistas previsiones, el metaverso tiene mucho que avanzar. El primero es convertirse en una realidad «tangible» ya que, si esperamos un mundo virtual en el que los diferentes universos de empresas, entidades y usuarios interactúen entre sí, veremos que hoy en día esto no es técnicamente posible.
Pese a todo el ruido que se genera a su alrededor, actualmente este mercado no supera los 0,3 billones (millones de millones) de dólares. Una cifra que se aplica al desarrollo de proyectos pilotos que buscan empezar a introducirse en ese mundo.
Las capas de desarrollo afectan a diferentes entornos como las plataformas de pagos, identidad digital y protección y/o gobernanza de los datos. A partir de ahí, es necesario apostar por el desarrollo de la infraestructura y capas de interfaz para diferentes dispositivos. Todo ello acabando en la fase más final de ofrecer nuevas experiencias y contenidos a los consumidores.
Y es que el metaverso abre al mismo tiempo un mundo de posibilidades pero también de desafíos nada fáciles de alcanzar. Veremos si con el tiempo y la tecnología conseguimos abordarlos y exprimir todos los beneficios de este mundo virtual.
